martes, 26 de febrero de 2008

Inventos vitales

Hacía tiempo que no tenía tantas ganas de llegar a la oficina como esta mañana. No por ganas de trabajar -aún sigo fiel a mis principios-, sino para ver cómo venían los periódicos tras el cúmulo de acontecimientos que nos regala últimamente ese invento llamado actualidad. Gracias a él existen la prensa y los blogs y así yo puedo decir que tengo mucho trabajo.

Escribía ayer Almudena Grandes que creamos la política porque tenemos problemas, pero también esperanzas, además de voluntad, sentido de la justicia, capacidad para creer y para ilusionarnos. En el artículo, ella se declaraba desencantada. Yo, que amo el artificio de la realidad en la que vivimos, decidí revisar los conceptos y anoche me tragué enterito el debate.

Estaba expectante. Como yo aún no había nacido cuando televisaron la llegada del hombre a la luna, me volví una admiradora de las retransmisiones en directo. Soy carne de audiencia: ingenua e impresionable. Con una ensalada en la mesa y una cerveza para abrir la mente, empecé a zapear entre la 1, la 4 y la 6. Mi madre me llamó por teléfono y le dije: Ahora no, madre, que va empezar la cuenta atrás. Me pregunté cuántos millones de españoles estaríamos viviendo esos apasionantes segundos previos.

Enseguida reparé en una realización limitada a planos cortos y fijos, tan previsible como las intervenciones de los contendientes y el peloteo del Campo Vidal. Eché de menos aquel público que siempre tenía una pregunta para ellos y añoré los socorridos sms sobreimpresos del tipo DBT08 ¿qué estás escribiendo ZP? ó DBT08 Mariano tuerce el ojo a la izquierda cuando ZP le dice la verdad... Por lo menos, hubieran animado la noche. En el descanso, me fui tranquilamente a la nevera a buscar unas natillas de postre pensando en un misterio al que aún no paro de darle vueltas: qué le estarían diciendo a los oradores la única persona que en aquel momento se podía comunicar con cada uno de ellos.Y qué les diría yo. Que entiendo a Almudena Grandes. Y que sigo estando huérfana de aquella emoción no vivida de julio del 69.

Para mí, lo mejor fue el guiño de Zapatero al follonero cuando nombró a Javier Bardem. No sé si sabíais lo que hizo: antes del debate prometió a él y a Rajoy que su voto se lo llevaría el primero de los dos que dijera el nombre del posible oscarizado (entonces aún no se lo habían dado).
De la la alfombra roja, lo mejor fue Pilar Bardem y su vestido de las rebajas del Corte Inglés. Eso es ser castiza y no el chanel de Pe. Del análisis de los premios, me quedo con el Homenaje tardío y justo a los Coen que escribe hoy Carlos Boyero.

Ante la falta de conclusiones que me brinda el ambiente electoral, me he comprado un libro: El candidato melancólico. Me encantó el título, pero lo compré sobre todo por lo que cuenta: de dónde vienen las palabras, cómo cambian, las historias que llevan dentro... Una joyita para los amantes de la etimología donde se dice, por ejemplo, que el lenguaje es poesía fósil. Así que ya tengo la conclusión de esta semana: prefiero el lenguaje a la política. Aunque ambos sirven para convencer, las palabras son más versátiles, más libres y menos aburridas. Y no tienen que prometer nada llamar nuestra atención: basta con que adquieran sentido al ser leídas por sensibilidades. Como las vuestras, por ejemplo.

El Cineclub proyecta hoy Naturaleza muerta, una peli china ganadora del León de Oro en Venecia hace un par de años. La cinta fue rodada íntegramente en una ciudad -china, claro- cuya vida cambió radicalmente con un enorme proyecto hidraúlico. Si siempre os convoco al cineclub es por este tipo de pelis imposibles de ver de otra manera y que a veces -no siempre- alegran la noche de los martes.

Dos recomedaciones más: El Jueves -estoy deseando ver la sección 'teníamos otras portadas'- y el programa del follenero el domingo a las 21.30 en la Sexta. Con el morro que le echa incluso consigue que la campaña parezca algo divertido

Y una mala noticia para los nostálgicos: Polaroid ha anunciado que dejará de fabricar negativos para sus cámaras instantáneas. A mí me regalaron una por la Comunión y lo he vivido como una pérdida personal. Adoraba el 'Dispara y mira' y la belleza de su imperfección. Como homenaje, propongo recuperar las que tengamos perdidas en los cajones de la memoria y montar una exposición en el Super8.

Pues eso, que la vida está llena de inventos: la actualidad, los debates electorales, Hollywood, las palabras, la Polaroid y otros más autonómicos, como el Día de Andalucía. Y hablando de inventos, los que os quedásteis sin tazas de Forges, estad atentos a El País el domingo: dan gratis dos posavasos con los forgendros: objetos imposibles diseñados por él para gente como nosotros.

Termino. Más que quién nos gobernará a partir del 9 de marzo, hay otras elecciones que han levantado el máximo interés y controversia en el ruedo nacional: La canción que nos representará en Eurovisión. Como al baile del chiki-chiki ya lo promociona Buenafuente, os dejo con el enlace de mi favorita.

Que la autonomía personal y colectiva os deje un buen festivo y un puente sin lluvia para los que amamos el sol

martes, 12 de febrero de 2008

Colección de rituales


Llevo media vida cambiando de cartera. Después de que a la última le estallaran las costuras de llevar tantos resguardos de compras, fotos de sobrinos y todo tipo de tarjetas que nunca uso, no me ha quedado más remedio que renovarla. Me he comprado una muy presentable, de piel cuarteada con certificado de Ubrique. Siempre he admirado a esas mujeres bien vestidas que cuando van a pagar sacan una cartera grande, elegante y ordenada, como corresponde a alguien respetable. Así que he decidido no ser menos y ya que no soy elegante ni ordenada, que por lo menos mi nueva cartera sea más respetable que yo.

Los hombres igual no entendéis este tipo de connotaciones. Es lógico: vuestras carteras, al ser masculinas, son más simples y despreocupadas y no tienen cierre de seguridad. Lo he comprobado: os basta con que sea útil para superponer capas de cualquier tipo de documento, ya sean billetes, anotaciones antiguas o el carné de identidad.

Para mí, en cambio, el trasvase del contenido de una cartera a otra constituye uno de los rituales preferidos de mi colección. De rituales.

Después de un tiempo conviviendo con una, me da pena desprenderme de ella, así que la vacío, la limpio cuidadosamente y la guardo en un cajón, junto a sus antecesoras. Conservo una que me regaló mi primer novio, otra con el logo de Superman de la época de la facultad y una de Mickey Mouse de cuando vivía en Londres. Lo que más me gusta es es revisarlas: siempre descubro algo nuevo en algún compartimento. Esta vez me he encontrado el carné de estudiante del curso 95-96, el tiquet de un café que me tomé con algún proyecto de ligue, la foto de alguien que me suena pero no recuerdo el nombre -igual era el ligue anterior-, un cupón y un bonometro caducaos, una estampa de Sor Eusebia y la entrada a un museo. La clave está en desprenderse de algo del contenido vigente para que se convierta en pasado. Así, la cartera vieja retiene algo propio y el futuro parece más ligero.

En esta última quería dejar olvidada para los restos la tarjeta de picar de la Diputación, pero pensé que mañana el ordenanza de la puerta no me miraría como a alguien respetable.

Cuando abro el cajón y entreasoman las carteras, siento que algo de otro tiempo que fue mío se mantiene en ellas y el ritual se llena de sentido. Como la última vez os hablé de metáforas, hoy sería la del remanente de la vida que fue y continúa.

El cineclub trae hoy una peli china, La boda de Tuya, de Quanan Wang, que ganó el Oso de Oro de la pasada edición de Berlín, "una cinta agridulce protagonizada por una comunidad de pastores mongoles". Si alguien se anima, que me llame para contagiarme de ganas.

En la tele, Los Hombres de Paco han fichado a nuestra simpatiquísima Laura Sánchez. No temáis por Lucas: en el periódico dicen que se lía con alguien del cuerpo, pero femenino. Si teneís la noche friqui, siempre está Tele5: Mercedes Milá os contará el Diario del... cambio de sexo de Amor, la de Gran Hermano.

Una expo: la colectiva de los Artistas Plásticos Onubenses que se inaguró ayer en la Sala de la Caja Rural. Una treintena de cuadros, esculturas, fotos y grabados que podeis visitar de 18 a 21 hasta el día 22.

El Instituto Andaluz de la Juventud convoca un certamen con un lema espeluznante 'Enamórate: SMS de amor'. Los interesados deben mandar uno o varios sms, originales e inéditos, de temas relacionados de algo tan poco original e inédito como el Día de los Enamorados. He estado leyendo las bases y le estoy dando vueltas. A favor: que admiten participantes de hasta 35 años, por lo cual me he alegrado intensamente de seguir siendo considerada joven. En contra: que piden que cedas los derechos de autor del mensaje. Entonces paso: si algún sms mío enamorara a alguien, se lo reenviaría de forma inmediata a una larga lista de candidatos a amantes.

De propiedad intelectual habla Rosa Montero en su columna de hoy respecto al canon digital: dice que el derecho de autor es un logro de la modernidad. Y luego que nos están secuestrando el pensamiento. Lo segundo ya lo sabía: por el mío ni yo misma pagaría el rescate. Lo segundo, lo dejo a vuestra reflexión.

Dudaba si hacerle una foto a mis carteras antiguas para colgarla en mi blog. Pero como el jueves empieza Arco y tengo nostalgia de Madrid, adjunto graffiti que encontré en un solar en obras del barrio de Malasaña.

Mi más acogedora bienvenida a mi querido amigo Antonio. Y a Ben y Ro, dos colegas de mi hermano que pasan a engrosar la lista de destinatarios. Encantada de conoceros y de seguir ampliando el grupo: sois para mí como una gran familia. A los nuevos os remito a mi blog, donde todo el mundo entra por primera y única vez:
http://bgoblog.blogspot.com/

Feliz martes a José Miguel por los años que suma hoy y por su recién estrenada independencia -residencial, que moral la ha tenido siempre-.

Os dejo, que tengo hambre. El domingo me invitaron al teatro en Punta. De toda la obra me encantó un cuento que contaba uno de los personajes. De tanto dar y recibir cariño, tenía el estómago lleno de besos. Que os aproveche también a vosotros.