martes, 18 de noviembre de 2008

Atardece en Noviembre


Este mes de noviembre había decidido poner en orden mi vida, pero el sábado empezó el Festival y el tiempo se me echó encima. Este año, a la gala de inaguración no vino mi madre ni Carlos Saura. Los eché mucho de menos, así que para compensar mi soledad, en la Hacienda Montija empecé a proponer composiciones de fotos a diestro y siniestro hasta que aquello se nos fue de las manos. Cuántos significados tiene la palabra siniestro. En la foto más de grupo había periodistas, asesores, jefes de servicio, políticos, cónyuges, algún invitado iberoamericano, los amigos de cada uno de los colectivos anteriores, un chaval que nos miraba y le dijimos que se pusiera también y no estoy segura si dos ó tres camareros. Cuando ví el resultado en la cámara, había alguien a quien no conocía. Pregunté y me dijeron que pertenecía a la Junta directiva de la Hermandad de El Silencio. Hablar no habló, pero su presencia contribuyó a que la foto fuera mucho más representativa de la diversidad y de la tolerancia de nuestro Festival y de sus fiestas.

A fecha de hoy he visto cinco de las pelis a concurso. No me preguntéis ni me digáis que cuál os recomiendo. Váis y os metéis en la que os toque, que ahí está la gracia. O la desgracia. A mi amigo Paco le tocó el año pasado 'Luz Silenciosa', la que ganó el Colón de Oro. Qué suerte, diréis. Yo pensé lo mismo. Pero como el primer plano de la película era un sugestivo amanecer y duraba 7 minutos y medio, él creyó que la cinta estaba rallá y que nadie decía nada porque éramos muy respetuosos o muy contemplativos. Así que agarró las palomitas, se levantó y se metió en la sala de al lado. Cuando le pregunte que qué tal, me dijo que le había gustado mucho el final. No recuerdo si el de Elisabeth II ó de Sherk III, seguro que a Paco le gustan los dos.

Luz sileciosa terminaba con un atardecer, pero yo os hablaré de otro más cercano y de más fotos colectivas. El sábado por la tarde, a un fotógrafo de Jaén, artista él, se le ocurrió convocar a los onubenses en el Muelle del Tinto para participar en el proyecto La mirada andaluza, que consiste en recorrer las ocho capitales reuniendo a gente oriunda en lugares significativos de cada lugar. Yo, que soy muy participativa, me hice a la idea de que aquello sería como las fotos de los desnudos multitudinarios de Tunnick en las grandes ciudades del mundo y acudí ilusionada a la convocatoria. Es que además de participativa, soy muy fantástica. Al llegar al Muelle, me acordé que vivía en Huelva. Éramos una unas treinta y cuatro personas y abrigadas hasta las cejas. Eso no me desmoralizó, así que me sumé a los jubilados, a los padres con carritos, a unas chavalas un poco canis, a la señora con perro y al intelectual despistado. El fotógrafo nos motivó mucho y estuvimos posando un buen rato como si fuéramos una familia. De vuelta a a casa, el sol caía rojo sobre la Ría y olía a sal. La fotografía, pensé, es como el cine: sirven para hacer más grandes los momentos más humanos.

Estamos de enhorabuena en actividad cultural, sobre todo en exposiciones. Jorge Hernández presenta una selección de obras en blanco y negro en la Caja Rural y Fornieles Pintores con letra grande en Cajasol. Muy, muy recomendables los dos. Si vaís me daréis la razón. Adelanto también que el lunes David Robles inaugura en el Colegio de Arquitectos La madre que nos parió, que está reclutando a mucha gente en el Facebook.

Salvo esta triple excepción, esta semana no recomiendo nada más que no sea cualquiera de las 140 películas disponibles en cinco pases al día. Pensadlo: la oportunidad tan sólo la tenemos una semana en todo el año.

Visto lo visto, creo que Noviembre nos despierta nuestro lado más poético. Mi compañero Antonio se inspira en el trabajo y le da por escribir poemas y a Margarita por comprar libros y lápices para colorear y sobrellevar mejor que está dejando de fumar. Un amigo comenta mi último post diciendo que tengo "tan fácil escritura como lengua". Aunque puede sonar un poco raro, le pasa como a siniestro, que tiene muchos significados. Me encanta este mes lleno de imágenes, de un sonriente sol argentino y hermosos atardeceres.

Bienvenida a Adela, a quien Mariví condujo hasta aquí, y a todos los demás, que no os abogie demasiado poner en orden vuestra vida.

Nos vemos en la sala 9 del Aqualón.

martes, 4 de noviembre de 2008

Razones poderosas

Entre las razones que me hacen ceder al impulso de escribir podría citar el advenimiento de Obama, la recreación de La Guerra de los Mundos en la radio o la inminencia del Festival del Cine en nuestra ciudad. Creo que la más poderosa es que me lo ha pedido mi amiga Margarita, porque dice que le gusta leerme, y eso, además de un halago en toda regla, anima a cualquiera cualquier mañana de trabajo en los albores de la semana. Por lo demás, el resto -de la semana- promete. Mañana nos levantaremos con titulares que harán que todos nos sintamos un poco más americanos. Espero que de los buenos, aunque sólo sea porque Bush por fin se puede largar a hacer puñetas y una gira de conferencias con su amigo Ánsar para hacer el ridículo cuanto más lejos mejor.

Para saber cómo transcurre la noche electoral en Estados Unidos, además de los programas especiales de todas las televisiones, yo tengo una amiga en Washington DC. Me encantaría vivir en un sitio que terminara en DC o en DF. Huelva, Distrito de Columbia, le pega, ¿verdad?. O Valverde, Distrito Federal. Mª José: si lees ésto, me pones un sms cuando se confirme la victoria demócrata. Como no calculo muy bien la diferencia horaria, lo mismo me toca pedirme champán para el desayuno.


La retransmisión de La Guerra de Los Mundos de H.G. Wells que hizo Orson Wells y que aterrorizó al pueblo americano -antes de que sufrieran a Bush- ha cumplido 70 años. Para conmemorar el Día de la Radio, su Academia Española -que también la tiene- revivió el jueves en directo la versión de la CBS interpretada por algunas de las voces más conocidas de nuestras ondas, como la de Luis del Olmo o Primitivo Rojas. ¿A que habéis pensado en la cara de Luis del Olmo y casi nadie sabe cómo es la de Primitivo Rojas?. El programa me pilló a la hora de la ducha, así que puse Radio 3 y el tapón a la bañera. Intenté imaginar cómo se sintieron los que escuchaban aquella invasión extraterrestre como un hecho real. No era fácil. De vez en cuando se me venía a la cabeza la imagen de Tom Cruise en la peli y eso interfería en el mensaje. Pensé en el poder que tenía la radio y en la pérdida de la ingenuidad. Disfruté mucho la recreación y mi primer baño caliente de la temporada. Ahora, al escribir sobre ello, me doy cuenta de que los medios nos han inmunizado ante la ficción, pero también ante la realidad. Nos hacen creer más importante lo que vote Norteamérica o la fluidez de los bancos que el hambre y la guerra en el resto del mundo.


Epílogos. Si tengo que recomendar algo, es que os registréis en Facebook los que aún no lo habéis hecho. Es muy divertido encontrarte con la gente y que te etiqueten en las fotos. Yo llevo una semana y ya tengo un perfil, 41 amigos y 38 fotos repartidas en 7 álbumes temáticos. Los más participativos hicimos una quedada el viernes para recordar los mejores comentarios y el jueves nos vamos de excursión a Madrid. En realidad, yo tengo un par de motivos de peso para pegarme la escapada: la presentación del Festival en la Casa de América y mis sobrinos, que como son dos, elevan a tres las razones y el peso.

Hoy hay Cineclub. Prométeme, de Kusturica. Tiene buena pinta y 137 minutos de metraje.

En cuanto a la tele, os puedo hablar bien de Estados alterados, una serie con la que La Sexta ha adaptado las tiras cómicas de Maitena y que ponen todas las tardes a eso de las cinco. María Adánez viene siendo la protagonista, aunque cada episodio está formado por varios sketches basados en una viñeta diferente. Cuando acaba, ponen La Tira, que mantiene el formato de humor con la misma estructura. Y sin dejar la cadena, dos recomendaciones para el domingo: la final de Pekín Express y el Follonero, con su Salvados que siempre consigue que el final del fin de semana sea menos deprimente. Dicho esto, espero que La Sexta me pague lo pactado.


El frío me ha cogido en camiseta de mangas largas de rayas y con la casa desordenada, con los bikinis y las botas altas buscando un espacio propio en ese escaparate de estados de ánimo en que se ha convertido mi armario. La ropa es de temporada y su sitio nunca es definitivo. Por eso, cada cambio de estación, mi humor suele ser provisional. En el súper me encontré que ya había redecillas de mandarinas de tres kilos y aquello me alegró la tarde. También me gustan las naranjas, pero son más inestables, nunca sabes con qué grado de dulzor o de acidez te vas a encontrar. Luego está lo de la media naranja. Suerte a quien la encuentre, pero haciendo honor a su fama, la otra mitad es una caja de sorpresas y puede acabar volviendo ácida la más dulce de las apariencias. Alguien que lee sabe porqué lo digo. Pues eso, una bonita verdad que he leído por ahí: Un amigo es la mano que despeina tristezas.

Han reabierto el Prokope con cambio de decoración, mucho menos abigarrada. Lo he visto desde la acera, yendo y viniendo para casa. Para comentar el ambiente y el servicio, preciso visita y compañía.

Felicidades a posteriori a Edu y a todos, estéis donde estéis, que siempre tengáis algo bueno para celebrar.