martes, 15 de abril de 2008

Inventando recuerdos


La vida se desarrolla entre recuerdos. Por eso los niños tienen la suerte de poder inventar el mundo y cuando crecemos, lo nuevo ejerce una extraordinaria atracción sobre nosotros. En estos días de dejarse llevar, yo me siento más viva creando nuevos recuerdos, como recibir un sms inesperado, ver pasar revista a una Ministra de Defensa con bombo o leer un informe científico que descubre que la promiscuidad la llevamos escrita en el rostro. Uso el plural, pero que nadie se ofenda: si alguien tiene dudas que se mire en el espejo. Es lo que tiene la ciencia, que eleva a verdades indiscutibles las intuiciones propias y ajenas.

Los recuerdos, como la energía, no se crean ni se destruyen, más bien adoptan forman caprichosas y si son promiscuos, se juntan para crear historias. Por ejemplo: la letra ñ es parte de mi identidad por España y por Begoña. Siempre he pensado que pese a ser una letra tan mía y tan nuestra, usamos muy pocas palabras que la contienen. Cuando era pequeña -la niñez también contiene la ñ-, mi nombre sólo rimaba con ñoña o como mucho daba para el 'Begoña, no des la coña'. Siempre añoraba más lirismo en ese tipo de dedicatorias. Por eso, gracias a esas buenas ideas que tiene el Colegio de Arquitectos, me han encantado que los carteles de La Ñ que nos une cuelguen de los edificios más nobles de la ciudad con el sello de 15 artistas iberomericanos. Desde que salgo de casa, la ñ rediseña la Catedral y mi camino al trabajo: la Unión y el Fénix, el Ayuntamiento, la Diputación, la Casa Colón y el Gran Teatro, donde iré en un par de horas.

Allí, el cineclub nos trae hoy otra prometedora película: Dos días en París. Una comedia francesa que pasó por Berlín y que reproduce la historia de una pareja que viaja desde Nueva York. Tomaré nota para algún viaje inminente.

Los que os quedéis en casa, podéis ver como se porta Luis Aragonés ante las preguntas que tienen para él 60 ciudadanos, aficionados supongo, de nuestra Selección, que no entienden de colores de clubes ni porqué el sabio de Hortaleza nunca convoca a Raúl. Esta vez tampoco he conseguido averiguar dónde pone Demoscopia la lista para apuntarse de preguntadora.

Mañana compraré El Jueves para ver cómo retratan al nuevo ejecutivo de Zapatero. Aunque en la web anuncian la portada con Espe vestida a lo Kill Bill, las Historias de la Puta Mili deberían meter a Carme Chacó como personaje invitado. Si Ivá levantara la cabeza...

El viernes y el sábado hay teatro. Buenas noches, madre, basada en una obra que obtuvo el premio Pulitzer en los ochenta. "Carmen de la Maza y Remedios Cervantes encarnan a una madre y su hija en plena crisis e incapaces de afrontar una situación para ellas insostenible". Le vuelvo a dar la razón a Mariví en eso de que nada más que vamos al Gran Teatro a sufrir.

Termino con una exposición: Sus labores, de Pilar Rojo, que ganó la Beca Vázquez Díaz y estará en el Museo hasta el día 27. Y dos recomendaciones más para el fin de semana: la Feria de la Chirla, el sábado en Punta Umbría, para alimentar el cuerpo, y la del Libro, en Huelva, con nueva ubicación en la Avenida de Andalucía, para sentir que en abril se detiene aún más el tiempo.

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Adjunto foto-homenaje a mis sobrinos tomada en Portugal y saludo a mi amiga Ana, nueva en mi mundo de bgoblog. El sábado me lo pasé tan bien como cuando podía inventar el mundo.

Nuestros recuerdos, decía antes, escriben historias. Los periódicos reseñan hoy la muerte de Chema, el panadero de Barrio Sésamo. Repasar su vida resulta entrañable: casado con la actriz Chelo Vivares y luego al frente de una sala de teatro en Lavapiés. Los que entonces fuimos niños, hoy no entenderíamos porqué está triste Espinete. El domingo en la tele, viendo Aída, otro Chema, el panadero, nos ayudará a olvidar el paso del tiempo y que ya nos hicimos adultos.

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