martes, 13 de noviembre de 2007

Borbones y polvorones


El ritmo de los acontecimientos se precipita. Desde mi último correo, han multado a El Jueves, Melendi la lía en un avión, el Rey en una Cumbre, una Infanta se separa y, a pesar de que el sol sigue aún entre nosotros, ya han colocado el alumbrado navideño, muchos os habéis resfriado, la mayoría habéis puesto el nórdico y yo ya he comprado un décimo con el Gordo de este año.

La semana nos sirvió para confimar lo que muchos sospechábamos: que cuando los Borbones pierden la compostura, es cuando más simpáticos nos resultan a los españoles. Ya pasó cuando lo del Rey y el oso borracho, aunque nunca se supo quien había bebido más de los dos. Esta vez Juan Carlos le echó cojones, Zapatero argumentos, Trinidad Jiménez imperturbabilidad, los tertulianos algo de lo que hablar y el merchandising politonos, remixes y dominios en Internet. Yo propongo el ¿Por qué no te callas? como título para una redacción sobre quién y qué cosas es mejor no decir...

En La Noria, Sardá intentó aprovechar el oportunismo del incidente como parte de una reaparición entrevistada con la que reclamaba ese protagonismo de night-showman que le hizo líder durante mucho tiempo. Es lo que tiene añorar los minutos de gloria.

De algo parecido va Gominolas. Me gustó, sobre todo porque es difícil dar apariencia de comedia a una crítica tan descarnada sobre la fama que acaba devorando a sus propios hijos. A destacar el cuidado de los detalles retro -monos, programas de la época- y el conseguido hilo musical de la serie, desde la sintonía del grupo hasta los temas creados ex-professo, como el de Tejero con la guitarra. Me parece buen argumento para un corto o una peli, ya iremos viendo cómo se lo montan los guionistas para mantener la audiencia episodio a episodio

Desde ya, dos imprescindibles para mañana: Caiga quien Caiga y El Jueves. La Casa Real no estuvo tan en el punto de mira desde la portada secuestrada.

Hoy hay Cineclub. Una co-producción hispano-peruana que se llama Mariposa negra. No cuento el argumento porque no os interesa a nadie y encima luego Yolanda me dice que son tan deprimentes que le quito las ganas de ir.

La Universidad celebra la Semana de la Ciencia y la Tecnología. Y mañana inaugura un interesante Congreso Internacional África-Occidente: Necesidad de Nuevas Relaciones, en el que colabora la Diputación. Hay conferencias y mesas de trabajo y, el jueves a las 21.00, un concierto de Música y Danzas Africanas en la Avenida de Andalucía que tiene que estar muy bien.

También el jueves, de 20.00 a 20.05, Ecologistas en Acción ha convocado un apagón frente al cambio climático con ocasión de un informe científico de la ONU en Valencia. No cuesta nada.

El sábado empieza el Festival, con esa gala que cada año recrea la ilusión de que las estrellas del cine también recalan en Huelva. Después, en la Casa Colón, te acabas encontrando a los de siempre y muchos políticos. O sea, a los de siempre. Pero estoy contenta: el domingo, cuando entre en la primera peli de sesión oficial, recuperaré la certeza de que hay un cine que sigue viniendo a Huelva.

Termino. Como todos habréis comprobado, la Navidad también ha llegado a los supermercados. Después de una semana resistiéndome, he acabado sucumbiendo ante tanta sobreestimulación. Me decidí por un surtido especial de mantecados, que era más barato que el Lote de jamón ibérico y además traía una bandeja de cartón plateado de regalo.

Como no doy abasto ante tanta actividad, estoy pensando en tomarme unas vacaciones para ver cine iberoamericano entre asuntos de Borbones y polvorones.

Que el calorcillo de las mantas y edredones os traiga plácidos sueños.

Felicidades a mi hermano Javier. Como aprendí de tanto oírselo a mi madre, es 16 meses más chico que yo. Después de tantos años, de pelearnos de niños, de verle perder el pelo de grande, compartir piso de hermanos, independizarme de él y tener un sobrino y tres cuartos de otro en común, me alegro que me tocara como hermano mucho más que si fuera el Gordo de este año.

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