martes, 8 de julio de 2008

Se busca isla


Julio ha entrado en mi vida de forma impetuosa, un poco anárquico, entre los ecos eufóricos de ser por fin campeones de algo; sin bodas ni bautizos ni comuniones pero sí con muchos festivales de fin de semana y muchos cumpleaños, entre ellos el mío, lo que me recuerda que escribo un año más, luego existo.

Después de un mes de junio de pérdidas y hallazgos, Julio, además de cambiarme la edad, suele traerme siempre algún tipo de mutación. El año pasado, una nueva legislatura y una reflex-digital que cambió mi vida; este año, reformas decorativas en el salón de plenos y un nuevo sobrino a quien enseñarle el mar. Para adaptarme bien a la estación, echo mano de mi colección de rituales: planchar y colgar la ropa de verano en el armario, comprarme revistas que regalen bikinis o chanclas, dormir la siesta en la playa ó hacerme polos de refresco en un molde de plástico que me compré el año pasado para revivir las tardes de verano de mi infancia.

Pero lo que más me gusta, por encima de cualquier distracción, es buscar islas. Es increíble todas las que hay repartidas entre los océanos. El año pasado, en Fitur, asalté el stand de una revista especializada y me vine cargada con varios especiales de lugares como Tonga, Boipeba, Langkawi, Príncipe ó Bastimentos. En Huelva, como somos menos de especiales, me pillo todos los catálogos de Islas Exóticas de las agencias de viajes. Mis preferidas son las del Índico y las del Pacífico, aunque reconozco que nunca he sido buena en geografía y a veces me pierdo entre tanto continente. Ya sabéis un buen regalo para mi cumpleaños: una bola del mundo. Las que tienen una bombilla dentro que iluminan las montañas y los ríos me gustan más. No tengo la culpa de que a mi imaginación le dé también por viajar de noche.

Agenda. El viernes compartirán escenario en el Foro dos grandes artistas, Mariza y Argentina, en una oportunidad de disfrutar del fado y el flamenco en un mismo espectáculo. En Niebla, tras el drama de Ariadna, la Compañía Nacional de Teatro Clásico trae una comedia, Las Manos Blancas no ofenden, de Calderón de la Barca. Se estrenó la semana pasada con muy buena crítica.

Una exposición, por si estáis de vacaciones: Obra gráfica de artistas de la Patagonia, en el Museo. Y la propuesta más freak para el fin de semana es un casting que hacen el sábado en el Hotel El Fuerte de El Rompido. La productora busca personas con dotes para la interpretación y con sentido del humor para una nueva serie de emisión nacional. Como sé que entre vosotros hay algunos peliculeros y muchos friquis, dicho queda.

Dos recomendaciones más: Como la cosa va de viajes, la revista Siete Leguas, con contenido muy cuidado y bellas ilustraciones en la portada, que además suele regalar una guía, en el próximo número la de África. Y esta noche, en la tele, el último capítulo de Los Hombres de Paco. Sé que ninguna historia de amor es eterna, pero nunca perdonaré a los guionistas si dan a Lucas una muerte violenta.

Termino. Mi blog es premonitorio: hablo de la Eurocopa antes de cuartos, y la ganamos; hablo de vuestros cambios de trabajo y veo que se multiplican; hablé de Al Gore y le dieron el Príncipe de Asturias; de Millás, y le dieron el Planeta. Como nunca he ambicionado riquezas, no diré que me haré rica, aunque por si acaso sigo echando la Primitiva. Os diré que lo que realmente necesito es un santero: que alguien me diga si conoce a uno. Es una larga historia. Hace varios años, en Cuba, un santero me echó los caracoles y me dijo que un orisha me advertía que no podía abrir los ojos debajo de agua o nunca lo contaría. Como me acojoné, desde entonces el fondo del mar es oscuro para mí. Busco otro orisha más buena gente que rompa el conjuro y me permita bucear libremente hasta las orillas de islas soñadas.

Gracias a Nadal por emocionarnos a todos en una larga tarde de domingo.
Felices vacaciones a los que las tenéis, y que las rebajas y los sanfermines os consuelen al resto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Seguro que te compraste tú los moldes para polos?