miércoles, 17 de septiembre de 2008

Postales de verano


Cuando llega esta época, siempre me parece escuchar por algún rincón escondido al Dúo Dinámico cantando aquello de el final del verano llegó, amargando el último capítulo de cualquier verano azul imaginable. Hay momentos en la vida en los que uno debe ser masoquista y, para mí éste es uno de los grandes clásicos. Para entrar en situación, tarareo la cancioncilla y hago inventario depresivo: los días son cada vez más cortos y fríos, he engordado cuatro kilos, el pelo se me cae a mechones en la ducha, el moreno va dejando al descubierto las manchas del sol y ya no ponen gazpacho, tinto con blanca ni coquinas en los bares. Y un pequeño detalle para añadir a la lista: sin vacaciones se acabó mi estado feliz e ideal para dar paso a mi estado natural, que es bastante más desgraciado.

Me pasa que cuando estoy de vacaciones intento convencerme de que se puede vivir así todo el año. El lunes volví a trabajar después de creérmelo durante algunas semanas y probé a tomármelo a la inversa. Nueva etapa, nuevos proyectos, nuevos bríos. Y una mierda. Después de las dos primeras horas borrando 253 spams, miré exhaustivamente el calendario buscando algún puente en todos los meses de aquí a diciembre. Al ver que no había ninguno, supe que tomárselo a la inversa se acababa de agotar en el intento. Así que me fui a desayunar y a echar una bonoloto, que es lo que hago en mi estado natural y desgraciado.

Para consolarme, traigo a mi memoria los recuerdos que me evocan un buen verano: el olor a Delial y al salitre de la toalla, mis sobrinos, mi cumpleaños, las ceremonias olímpicas, las orquestas de las bodas, festivales de verano, escapadas al algarve, atún, sardinas y caballas, helados de leche meregada, mojitos, los planetas y deluxe, la feria de Valverde y virgen del Reposo... He conocido una nueva isla, paraíso de bolsillo, le llamaron los franceses. Es tan pequeña como Huelva, pero tiene una barrera de coral y olas que hablan, se hablan 33 lenguas diferentes y se practican 80 y tantas formas religiosas distintas. Viajar me ha recordado que nos queda mucho por vivir y que cualquier lugar en el mundo nos está esperando para que nos demos cuenta. Mi hermano Javier lo explicaba muy buen en un correo que mandó desde el Himalaya.

Pues eso. No me puedo quejar. Cada mes estival me ha descubierto una nueva experiencia: en julio ganamos la Eurocopa, en agosto fui a un balneario y en septiembre he conducido un coche de alquiler por la izquierda. Para despedir las vacaciones y retomar la rutina paulatinamente, el sábado me fui a Sevilla a una despedida de soltera. Eso no es novedad, me diréis, más bien todo lo contrario. Cierto, no lo fue en el contenido, pero sí en la forma: una reunión de tappersex.

Nos juntamos quince tías y una novia en un piso, apareció una chica de La maleta roja con acento de Utrera y empezó a desplegar todo tipo de artilugios olorosos, sedosos y comestibles que conformaban el interior. De la maleta. Me encanta la palabra artilugio. Un par de horas más tarde, las quince tías habíamos perdido la compostura, la novia la vergüenza y la chica de La Maleta roja con acento de Utrera había hecho la facturación del mes. Luego pensé que el nombre de la reunión rendía homenaje a los tappers de toda la vida: se van llenando de los restos que vayas pillando de aquí y de allá y vienen estupendamente para épocas de vacas flacas.

Por lo demás, no me preguntéis nada sobre eventos culturales. Estoy totalmente perdida, y por lo visto los programadores del Gran Teatro también.

Lo único que puedo recomendar es una cerveza mañana, a la hora en la que empieza a caer el sol, en el Prokope, por ejemplo. Nos dará alegría vernos y podremos charlar de esas trascendentales conversaciones que se tienen en septiembre, como inicio del cole, matrículas de gimnasios y los primeros fascículos de colecciones que cuelgan en los kioscos por 2,95.

Presiento un feliz reencuentro.

Se me olvidaba otro de los momentos estelares del verano: colgaron un vídeo mío en youtube que ya suma 85 visitas. Por supuesto, pienso devolvérsela al responsable y no pienso deciros el enlace para encontrarlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De hecho, la última vez que lo he visto ya sumaba 112 visitas :D