martes, 21 de agosto de 2007

Realidades nacionales

En Bilbao he aprendido dos cosas: Cómo se escribe Guggenheim y que Aste Nagusia significa Semana Grande. Con el primero me quedé fascinada. Con la segunda compensé la nostalgia de la Feria de mi pueblo bebiendo txakolís y bailando un baile callejero con nombre en euskera.

En Vitoria conocí a tres hermanos de mi abuela, tíos de mi padre. Sentí en el pulso eso que transporta la sangre y no son plaquetas.

El último día descubrí que San Sebastián es una de la ciudades más bonitas que he visto nunca. Creo que una parte de ese espíritu tan olvidado que nos hace pertenecer a nigún sitio se quedó en el Cantábrico para obligarme a volver.

También me sorprendió que a los cántabros y vascos le gustan mucho los concursos: de quesos artesanos, de tortillas, de disfraces, de fuegos artificiales... Lástima que no hubiera ninguno de iniciación en cámaras réflex digital recorriendo las realidades nacionales.

De la vuelta a la nuestra, en realidad, prefiero no hablar. Todo sigue suspendido en agosto, menos las obras de la Diputación. Sigo teniendo la sensación de inminencia, pero también de que algo se va acabando. Quizás el verano.

Termina Niebla con una propuesta potente: Los persas: réquiem por un soldado, basada en un texto de Esquilo y dirigida por Calixto Bieito. Argumento: La batalla de Salamina, en el 400 antes de Cristo, desde la óptica de los vencidos. Trascendencia: "Una pieza sobre el exceso de soberbia de un país civilizado que intenta imponer su tiranía a otro. Un réquiem o lamento por una guerra perdida, por un soldado muerto no importa en qué lugar".

Entre la multiculturalidad y lo descontextualizado, otro clásico: el Festival Internacional de Danza de Villablanca. Yo fuí una vez al pueblo y me lo pasé muy bien, sobre todo jugando a adivinar las procedencias de los grupos. Las extensiones en la provincia siempre dejan momentos insólitos. Este año el esemble de danza de Uzbekistán (espera, voy a ver si lo he copiado bien), el floclore de Qiandongnan y Mao (China) o de la República Autónoma de Osetia del Norte (Rusia) volverán a mezclarse con el tipismo de familias veraneantes comiendo camarones en Punta Umbría o viejetes con zapatillas de deportes en el Muelle de Las Carabelas.

Para comer, y como últimamente se lleva lo de inventarse nuevas ferias gastronómicas, podéis ir a la del Pescaíto frito en La Antilla, de jueves a domingo. Tenemos chocos, acedías, boquerones, pijotas, adobos, gambas, cigalas y langostinos. Ideal para los que lleváis todo el verano poniéndoos como el quico.

De música, de momento sólo me consta el concierto de Raimundo Amador el viernes en San Bartolomé de la Torre, que para algo están de fiestas. Y una exposición que tiene buena pinta: la colección Universal de Mª Ángeles Martínez en la sala José Caballero de Punta.

Sección kiosco: En Bilbao pillé el último Rockdelux, bimensual por aquello de las vacaciones. Trae un CD muy bonito por fuera (imita a un disco de vinilo) y por dentro (De África a Cuba, de World Circuit Records).

Termino. Para promocionar mi blog, la foto correspondiente a este correo sólo podrá verse cuando tenga tiempo de colgarla en http://bgoblog.blogspot.com.

Un beso a mi amiga Xenia, anfitriona excepcional en Euskadi.

Agur.

PD: No os perdáis cada día la entrega de Bellas Vacacaciones de Forges en El País. Es de lo poco bueno que tiene leer el periódico en verano.

www.elpais.com/vineta/?d_date=20070821&autor=Forges&anchor=elpporopivin&xref=20070821elpepivin_1&type=Tes&k=Forges

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