martes, 4 de septiembre de 2007

Retornos

Siempre me ha gustado septiembre. La palabra y lo que designa. Tengo predilección por los meses que acaban en -bre, sobre todo por éste y por noviembre. Con Octubre y Diciembre es distinto, tienen una personalidad propia, con puentes, ropa de abrigo y tardes oscuras. Justo ahora que para la mayoría todo vuelve a empezar, dentro de la rutina engrasada de vueltas-a, a mí siempre me ha parecido que se detiene el tiempo, como de niños en las últimas tardes de veraneo, cuando si llovía era un acontecimiento y esperábamos hasta el último día para ver si se producía otro: que el niño que nos gustaba nos diera un beso antes de irse a su ciudad.

Viendo a los adolescentes que fuman día y noche en el portal de mi bloque de Punta, creo que ahora se dan el beso el primer día, para no perder el tiempo, que el verano está para enseñar tatuajes y piercings, hacer caballitos con las motos y mandar esemeses. Luego, claro, en septiembre no tienen esa sensación de acontecimento. La vuelta al instituto está para enseñar tatuajes, hacer caballitos con las motos y mandar esemeses.
En vez de hacer concesiones a la melancolía, me centraré en el contexto actual de regreso al curro para casi todos y cuenta atrás para largarme del mío.

Por si no fueran poco las reformas de la Diputación y la vuelta al horario normal -o sea, ruido a todas horas- de la eterna obra en el ala oeste de mi habitación (en todo el verano han levantado dos pisos, con suerte puedo andar en pelotas hasta navidades sin que lleguen -los pisos y los albañiles- a la altura de mi ventana); si no fuera poco con eso, también han levantado a cachos las inmediaciones de la Plaza de la Merced. Es decir, que me despierto a golpes, salgo a la calle huyendo para sortear los socavones y cuando llego al trabajo siento los martillazos de los obreros sobrevolando mi cabeza.
Esta situación tiene dos consecuencias directas: a) que decida irme de vacaciones a un sitio sin ruido y b) que con las obras en La Merced las inminentes fiestas patronales en mi barrio van a estar más deslucidas si cabe. Entre Manuel Carrasco y Los del Río, en La Orden y el Efecto Mariposa en la puerta de mi casa, me quedo con La Madre que los parió. A los programadores culturales del Ayuntamiento.

Si la semana pasada las novedades estaban en el quiosco, ésta es la tele la que viene cargada de estrenos. Se anuncian series españolas para todos los gustos: una de intriga de curas en plan el Código da Vinci, otra comedia de detectives del novio de la pija de Aquí no hay quien viva y un niño... Seguro que la mitad no sobreviven al primer mes de emisión. Me alegraré sobremanera. Estoy indignada porque no hayan incluído en la parrilla una nueva temporada de Los Hombres de Paco. Bueno, también me valía una serie nueva de Lucas.

Esta noche ponen en Canal 2 Andalucía una peli que me gustó mucho: Gattaca, creo que ya la recomendé alguna vez. Lo voy a buscar en el blog, ya que nadie lo visita. Me cito a mí misma: "Ciencia ficción (efectos de la manipulación genética), con un halo de romanticismo crepuscular y bastante seductora estéticamente, según me han contado fuentes cinéfilas". Qué buenos tiempos aquellos. Había quien incluso me respondía a los correos.

Una exposición. Paco Pomet, ganador de la Beca Daniel Vázquez Díaz. Muy buena. Partiendo de fotogramas del cine, rescatados a través de un programa informático, Pomet "recrea estos instantes con variaciones a veces sutiles y otras veces muy evidentes”. En total son 14 cuadros de gran formato, con el objetivo de que el campo visual espectador sea ocupado casi por completo por la superficie de la obra. Hasta el día 16 en el Museo. Adjunto fotograma de una de ellas. Y un enlace para los que amáis la Publicidad. Leí en una revista algo de uno Premios Laus de Diseño y comunicación audiovisual. Me encantó que lo llamaran el Festival de las ideas hermosas. No vienen los anuncios ganadores, pero sí las bases para participar

http://www.adg-fad.org/laus.php?pg=home

Hoy incluyo una sección especial para padres: libros infantiles. En la Biblioteca los hay buenísimos y con mensajes subliminales. Mi sobrino está enganchado a Pascual ya no quiere pañal y Me gusta mi orinal.

Felices Fiestas de la Cinta. Yo me voy de boda, para variar. Una el viernes y otra el sábado. Es lo único malo que tiene este mes de dulces evocaciones.

No hay comentarios: