martes, 24 de julio de 2007

Resaca de cumpleaños

Pese a las ausencias más o menos injustificadas, celebré mi cumpleaños hasta las luces del amanecer del sábado. Me han regalado cosas más o menos útiles e imprevisibles, como un gato pétreo de Egipto y un antifaz para dormir en los viajes, como los que usan las celebridades que se niegan a envejecer. Al día siguiente, mi sobrino me regaló un achuchón cuando me vió y eso compensó la resaca que deja vivir un año más.

Pero lo que más me gustó fueron dos correos electrónicos que me hablaban del tiempo -La verdad sobre el tiempo nadie la tiene; y sobre cómo sobrevuela los martes El Lienzo- y un regalo para atrapar lo que decida salvar de él. Estoy fascinada con mi reflex-digital. Es mucho más que una cámara. Es como descubrir que todo es más bonito cuando lo miras deseando capturar la belleza.

El viernes secuestraron El Jueves y el sábado se murió Polanco. Ambas noticias me tocaron la fibra sensible de mi sentido del humor y de mi profesión, respectivamente. Lo del juez Del Olmo también tocó los cojones a mi libertad de lectura pero, como ya han dicho columnistas y tertulianos, hay que agradecerle que ahora todo el mundo hable de lo favorecida que está la Pareja en su real intimidad.

Sospecho que el concierto del viernes pasado en el Foro estuvo bien. Yo hubiera intentado arrastrar al Septeto Nacional de Cuba al Super8, pero como no fui, lo suplimos cantando esas cosas espeluznantes que se cantan con la borrachera. Me encanta la palabra espeluznante. Los que estaban tomando churros en la Plaza de Toros nos miraban sin disimulo. Isabel Pantoja también, desde su cartel. Yo creo que tanta altivez nos inspiró.

Esta semana en el Foro hay ballet flamenco, con Eva la Yerbabuena, que tiene un bello apellido artístico y un bonito nombre de espectáculo, Santo y seña. Sé que no iréis. En Niebla plato fuerte el sábado con Cyrano de Bergerac, dirigida por John Strasberg, que viene por primera vez al Festival y de quien Juanjo Oña dijo que es “uno de los hombres considerados referentes en el teatro contemporáneo a nivel mundial”. Definitivamente, es la nota de prensa que más reutilizo en las últimas semanas.

¿Qué más? Luna de Verano en Moguer el miércoles, con Nacen Dioses "pura mitología divertida y rigurosamente académica", a las 22.30 en el Claustro de San Francisco, para que esta vez no me llaméis preguntando media hora antes porque os habéis enredado en la playa. De camino podéis ver una exposición de carteles de Jazz en el Convento de Santa Clara que tiene buena pinta.

El lunes, Las Chirigóticas en el Teatro del Mar de Punta Umbría, que espero conocer finalmente después del intento fallido de ayer. De Punta, os recomiendo los mojitos de El Mosquito, en la playa de la Canaleta, y el atún y el pez araña del bar de Willy, que así se llama el colega de mi hermano que trabaja allí, en la barriada de los Pescadores. Dádme un toque si vais el fin de semana, estaré disfrutando de mi reflex y de mi sobrino.

Dos exposiciones: una colectiva en el Instituto de la Juventud para conmemorar el 50 aniversario del Capitán Trueno y otra de pintura de Arthur Miller en la sala José Caballero, que recomiendo por llamarse igual que su tío.

Ya os dije que en verano no veo tele, salvo Sé lo que hicísteis. Pero si alguien se queda en casa una noche de verano como la de hoy, cosa que dudo bastante, puede ver Espartaco, a las 22.00 en Antena 3 o Madame Butterffly, la ópera, en La 2 a las 00.05, y así va ensayando el estribillo para cuando vaya al Foro.

Yo tengo un cumpleaños. Felicidades Inma. Creo que muchos nos pusimos de acuerdo para nacer en estas fechas y así invitamos a cerveza uno cada día. Vinimos al mundo intentando hacer más llevadera la llegada de las vacaciones. De hecho, si le preguntas a mi sobrino, ¿tú de qué estás?, te dice: de vacassionesss. Odioso estrés de guardería...

Hoy no hay enlace, pero os mando foto, así se va ilustrando el blog. Deberían escribir un libro sobre nombres curiosos de calles. El que más me gusta de todos los que he visto hasta ahora es la Calle del Buen Suceso, en Lastres, el pueblo de mi cuñao. Ahí va uno más corriente, en Tarifa. Lo tienen casi todas las ciudades, pero es donde yo vivo y el concepto que hace grandes a revistas como El Jueves.

Doy mi más cálida bienvenida a quien recibe este correo por primera vez y le informo que, según los estatutos, es personal e intransferible.

Alguien dijo que ser feliz es no darse cuenta de que uno está viviendo. Que julio pase feliz e inconscientemente para todos.

P.D. Propongo llevarnos de marcha a Paquirrín el viernes después del concierto de La Pantoja.

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